Kaizen es una metodología japonesa de mejora continua, la idea es introducir pequeñas mejoras a los procesos, con la idea de irlos perfeccionando en pequeños pedazos pero a una velocidad constante, este esquema es uno de los pilares de la productividad japonesa y una buena forma de empezar a cambiar la forma en la que abordamos los problemas y contribuimos a su solución.

Tenemos dos opciones básicamente con la innovación en las empresas o hacemos una innovación incremental a los procesos o una innovación disruptiva que es radicalmente diferente a todo lo que hemos hecho con anterioridad, la disrupción necesita un post aparte, por lo que me centraré en Kaizen y los beneficios de este tipo de innovación.
Ventajas de la innovación incremental o Kaizen japonés

La innovación incremental es económica de producir y se refiere a pequeños cambios que mejoren el proceso, estos cambios pueden ser tan pequeños que pueden parecer insignificantes como el uso de mejores etiquetas o cambios en el acomodo del mobiliario, e incluso la posición de las piernas al momento de estar trabajando, pero mejoran el proceso y tienen una repercusión medible en el desempeño o en el ahorro.
Tiene menos riesgos: Al ser cambios pequeños el riesgo de introducir cambios al sistema, se ve minimizado en contraste con el cambio total del proceso.
Es mejor aceptado en la organización: Los seres humanos apreciamos los hábitos y en muchas organizaciones (y personas), existe una gran inercia a hacer las cosas de manera diferente, al momento de ser un cambio mínimo es mucho más fácil que las personas lo adapten y se vuelva su uso una forma común.

Desventajas de la innovación incremental

La innovación incremental sólo mejora la eficiencia de los negocios y procesos existentes dentro de la empresa, siempre requiere una base de la cual partir.
El mejoramiento continuo requiere constancia que puede ser algo complejo en empresas con alta rotación o cambio de mandos directivos.
Se puede perder perspectiva de la organización en su conjunto y sólo enfocarse a resolver los problemas de un área específica (por ejemplo podríamos sentirnos tentados a realizar mejoras continuas en el área de ventas, pero si el área de producción es incapaz de cumplir con las solicitudes, no sirve el esfuerzo invertido).